EL RÉGIMEN DE RODILLAS ANTE LOS TRABAJADORES CONSCIENTES.
Que el
pueblo luche por sus reivindicaciones y propósitos no son garantía de triunfo
si por medio no se le imprimen a estas luchas correcta dirección comunista.
El
proyecto de evaluación y acreditación universitaria emprendida por el régimen
fascista de Correa además de generar una situación crítica en los jóvenes estudiantes
de 14 universidades intervenidas sumieron a los trabajadores de esos centros
educativos (negocios) a una situación de incertidumbre en medio de los más
aberrantes atropellos a sus derechos.
No pago
de sus derechos adquiridos (salarios) por más de 6 meses, usurpación de sus
aportaciones al régimen de “seguridad pública” (IESS), de sus fondos de
reserva, pago por concepto de préstamos quirografarios e hipotecarios,
vacaciones etc., etc, que fueron consumados por las administraciones privadas
coludidas de manera dolosa con instituciones estatales como el Ministerio de
Relaciones Laborales, el Servicio de
Rentas Internas y el Instituto de Seguridad Social.
La
presencia del Frente de Defensa de las Luchas del Pueblo en una de las
universidades intervenidas y suspendidas determinó se marque la diferencia no
solo en el carácter de la lucha y sus objetivos, sino en la instrumentación de
ésta para desnudar el carácter de clase del viejo estado y con él de la
educación.
Rebasar
los mecanismos de lucha pacífica para inscribirlos en el orden de la lucha de
clases, abierta. Una contundente medida de hecho marcó también la diferencia de
los otros centros de educación superior que en alguna medida se limitaron o
ahogaron en la dispersión política, en la carencia de correcta dirección donde
actores del revisionismo y del oportunismo electoral trataron de anidar sus
concepciones arrastrando a las masas a la inacción y consiguientemente
complicidad con las decisiones del viejo estado y el oprobio de la empresa privada.
Haber
decido la toma de una de las Universidades suspendidas por parte de los
trabajadores fue una decisión oportuna que sienta un importante precedente
precisamente ahora cuando el régimen fascista de Alianza País ha criminalizado
la protesta popular, cuando el
totalitarismo burgués-terrateniente no “negocia” con “terroristas”,
“subversivos”, con quienes desde la medida de hecho “chantajean al estado”, un
puñado de docentes, personal administrativo y trabajadores de base de la
Universidad Alfredo Pérez Guerrero quienes identificados como trabajadores conscientes en respuesta a la pretendida intención de discriminar
nuestros roles por parte de la prensa burguesa y el gobierno, en un acto de
conciencia política y con correcta dirección ideológica que es los que
determina el acertado rumbo del Frente, doblegó la radicalidad y furia burguesa
quienes ante la decidida lucha de los compañeros se vieron forzados a
flexibilizar sus posiciones y ceder ante el pliego de peticiones haciendo que
tanto el Estado a través del régimen fascista como de la empresa privada asuman
sus responsabilidades ante los delitos que cometieron unos y otros en contra de
los derechos de los trabajadores.
Pero más
allá de las conquistas que una vez más los trabajadores consientes le arrebatamos
al viejo Estado están otros aspectos que fueron evidenciándose en la lucha y
que citamos a continuación:
·
Haciendo
uso de los medios de prensa de oposición que pretendieron encontrar en la lucha
de los trabadores conscientes la oportunidad de utilizarlos con su afán de
oposición política al régimen pudimos exteriorizar al proletariado y pueblo del
Ecuador el carácter rapaz, corrupto, semi feudal del viejo Estado. Además el
carácter feudal de la educación en el país y las debilidades estructurales de
la reforma al nuevo sistema de educación superior.
·
Haciendo
hincapié en la televisión y demás medios estatales, hemos podido hacer conocer
de manera más clara y decidida el carácter feudal y semi feudal que imprime la
empresa privada en las relaciones laborales con los trabajadores.
·
Este
espacio de lucha nos permitió contrarrestar el oportunismo de Lourdes Tibán,
asambleísta de Pachakutik quién ahora coludiendo con los antiguos
administradores de las Universidades suspendidas pretendieron utilizar a los trabajadores
para fortalecer sus tesis de oposición burguesa con fino cálculo pre-electoral
contra al régimen burocrático y fascista de Correa. La diferencia que no pudo
auscultar esta miserable oportunista fue evidenciar que una cosa es comprar la
conciencia del revisionismo y del oportunista y otra confrontar a los
comunistas cuando direccionamos los esfuerzos de la clase y de las masas por
conquistar con lucha sus derechos y libertades.
·
Que no
debemos temer al viejo estado. Que con lucha podemos conquistar nuestras
reivindicaciones. Que sucumbir al derecho de la legítima rebelión que más allá
que esté estipulado en la Constitución, está avalada por nuestros derechos
adquiridos con un trabajo sujeto de agravios, ilegitimidades y otras afrentas
más por parte de la empresa privada y del aparato burocrático (viejo estado).
La lucha
emprendida por los trabajadores conscientes se desenvolvió sujetos de tres
consignas básicas:
“NO PERMITIREMOS QUE NI EL ESTADO NI LA EMPRESA PRIVADA
ATROPELLEN NUESTROS DERECHOS”
“LA REBELIÓN SE JUSTIFICA”
“SE LLENAN LA BOCA CON LOS DERECHOS HUMANOS: ¿DÓNDE ESTÁN LOS
DERECHOS DE LOS TRABAJADORES?”
“CON LA LUCHA SE CONQUISTAN LIBERTADES Y DERECHOS”
Definitivamente
la medida hasta aquí ha sido un éxito. El beneficio directo que tienen 3.800
trabajadores al haberle arrancado al viejo estado el pago de las remuneraciones
desde que se hicieron cargo de las Universidades intervenidas, la creación de
un plan de contingencia para los trabajadores y obligarlos a precipitar
acciones legales contra los delincuentes (patrón de comportamiento de la
burguesía en el Ecuador) de las administraciones privadas son sin lugar a dudas
un éxito de la clase y del pueblo.
Una
pequeña batalla más que le ganamos al viejo estado, no dudamos se constituya en
un escaño más en la victoria final que tenemos que imprimirle al imperialismo,
a la gran burguesía, a los grandes terratenientes y al revisionismo.
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